Hace ya más años de los que quiero confesar, alguien me regaló un teclado mecánico. Era un KBT Poker, de dimensiones reducidas como el Magic Keyboard, en un color negro intenso y unas teclas con mecanismo Cherry MX-Blue recomendadas para la gente que escribe contenido como un servidor. Tras una temporada alternándolo con el teclado de Apple, acabé retirándolo.
En ese momento creí que los teclados mecánicos no eran para mí, y me encontraba a gusto con el Magic Keyboard que Apple incluye en sus Mac. Pero finalmente, otro teclado mecánico se ha encargado de convencerme de lo contrario. Ahora sí, he encontrado a mi media naranja en forma de teclas.
Encontrar tu tecla perfecta puede llevarte tiempo
El KBT Poker que aún debe de estar en algún lugar de mi trastero me hizo ver la ventaja de los teclados mecánicos: la respuesta a mis dedos era muy buena y me di cuenta de que estaba ante un teclado hecho para durar. Pero le encontré inconvenientes: sus teclas eran demasiado altas, y acostumbrado como estoy a los teclados finos encontraba el travelling demasiado largo. Y las teclas Cherry Blue hacían francamente mucho ruido.
La consecuencia es que podía escribir más cómodamente y no me dolía la mano al terminar una sesión de varias horas de escritura, pero mi velocidad de escritura bajaba bastante. Tardaba más en presionar cada tecla, mis dedos volaban menos. Además, había algunas teclas que tenía que mapear expresamente para poder usarlas en macOS.
Encontré la soltura que necesitaba al escribir con un teclado mecánico de perfil bajo
Es por eso que finalmente acabé volviendo al teclado de Apple, buscando escribir con más soltura. Pero viendo que no me duraban demasiado tiempo, decidí probar de nuevo con otro teclado mecánico: el Keychron K3. Y ahora sí, he acertado de lleno.
La clave no fue solamente elegir el mecanismo Cherry MX Brown, algo más suave que el Cherry MX Blue. También me lancé a probar un teclado de perfil bajo, con las teclas más planas y reducidas en altura. Los primeros días fueron difíciles porque tuve que acostumbrarme, pero os garantizo que ahora escribo más rápido con el Keychron que con el Magic Keyboard. Mis dedos vuelan en él, y por lo tanto no creo que recurra de nuevo a un teclado de Apple. A menos que se les ocurra lanzar uno mecánico, claro.
Aquí tienes un vídeo del teclado en acción:
Otro detalle que no pienso desechar a partir de ahora es la posibilidad de poder usar el teclado mediante Bluetooth o mediante cable. Puedo elegir, y de hecho elijo cable ya que no me gusta demasiado que el teclado necesite unos segundos para “despertar” en cuanto quiero quitar mi Mac mini del reposo.
Y cómo no, la retroiluminación. No soy muy fan de tener iluminación de colores parpadeante (quiero un teclado, no una discoteca). Pero afortunadamente este teclado cuenta con varios modos, y me da la libertad de elegir un modo en el que el color blanco queda estático y a baja intensidad. Perfecto para trabajar en un ambiente de iluminación débil y cálida.
Encontrar un teclado mecánico para Mac es más fácil que nunca
Antes, para conseguir un teclado mecánico de calidad, tenías que invertir mucho tiempo en buscarlo con la configuración adecuada. Puede que los teclados como el Magic Keyboard y el Logitech MX Keys se compren en un momento, pero con un teclado mecánico hay que tener en cuenta la distribución de teclas (ANSI o ISO) y si tenemos las teclas adecuadas para macOS.
Ahora la mayoría de fabricantes se han adaptado a cada país y a cada plataforma, de modo que conseguir un teclado mecánico con la distribución ISO española y para Mac ya no es tan difícil. Incluso puedes elegir si lo quieres inalámbrico o con cable, éste suele venir incluido. Prueba de ello es la sección de teclados españoles de KeyChron, con una amplia gama de modelos adaptados a nuestra distribución de teclas.
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