Ni el aroma, ni el color, ni el regusto del lúpulo o la malta. Cuando hace varios meses las compañías Epic Cleantec y Devil´s Canyon Brewing sumaron fuerzas para elaborar una nueva cerveza decidieron arriesgar en otro aspecto de la bebida, tal vez menos conocido, pero igual de relevante: el agua. Y decidieron hacerlo a lo grande. En vez de recurrir al líquido de manantiales, icebergs o incluso glaciares, un campo que han explorado otros mercados del sector, como el de los fabricantes de vodka, Epic Cleantec y Devil´s Canyon apostaron por las aguas residuales grises. Exacto: las mismas que salen de las duchas, lavabos y lavadoras.
Quien la ha probado no habla mal de ella.
¿Cerveza con agua de ducha? Exacto. De las duchas y lavandería de un edificio, para ser más precisos. Lo que hizo Epic Cleantec hace casi un año fue recoger nueve contenedores con miles de litros de agua reciclada sacadas de las tuberías de un edificio de San Francisco y llevarlos al fabricante Devil´s Canyon, que dos semanas después la había aprovechado ya para elaborar una cerveza tipo Kölsch. Con la bebida lista, las compañías la envasaron y etiquetaron con su marca comercial: Epic Onewater Brew. El resultado fue más de 7.000 latas que luego repartieron en Greenbuild, una conferencia sobre construcción sostenible.
Como explicaba hace poco a la CNN Aaron Tartakovsky, cofundado de Epic Cleantec, lo plantearon más a modo de “esfuerzo educativo” que como un producto destinado a la venta. Lógico, si se tiene en cuenta que de momento la normativa les prohíbe el uso de aguas residuales recicladas para elaborar bebidas comerciales. El resultado fue sorprendente: llamaron la atención de cabeceras del alcance de The New York Times o The Guardian y lograron un “tremenda respuesta” del público. Pese a su popularidad, Epic Onewater Brew de hecho no está a la venta.
Pero… ¿Por qué? Detrás de Epic Onewater Brew no hay una extravagante inclinación gourmet por las aguas residuales, sino más bien desarrollo tecnológico y una profunda conciencia medioambiental. Para comprenderlo hay que entender antes cuál es la labor de Epic Cleantec, una compañía que en su día a día se dedica a labores que poco o nada tienen que ver con la fermentación de cebada.
Normalmente su actividad se centra en el tratamiento de agua para usos no potables, lo que en su día le llevó a diseñar un sistema de aprovechamiento de aguas residuales para el Fifteen Fifty, un lujoso edificio de apartamentos de 40 pisos situado en San Francisco. El sistema de Epic Cleantec le permite recolectar las gotas de lluvia y las aguas grises —aquellas que se cuelan por los sumideros de las duchas, lavabos y lavadoras— para, una vez depuradas, reutilizarlas en otras instalaciones del bloque, como los inodoros y las cisternas de los sanitarios.
¿Qué ofrece el sistema? La empresa calcula que permite reciclar 28.400 litros de aguas grises cada día, lo que en dinero contante y sonante se traduce en más de 90.000 dólares anuales de ahorro en servicios públicos para Related, el promotor que la contrató. El agua reciclada que obtiene en Fifteen Fifty fue la que envió el año pasado a Devil´s Canyon para elaborar cerveza y dejar así una demostración tan rotunda como llamativa del alcance de su propuesta durante la Greenbuild.
No es su única estrategia para visibilizarlo. Cerca de la torre de viviendas de San Francisco hay también un jardín que se nutre de los desechos depurados.
¿Cómo la consiguen? La compañía asegura que su sistema One Water recicla hasta el 95% de las aguas residuales, tanto las denominadas “negras”, procedentes de los inodoros, como las “grises”, recogidas a través de los sumideros de bañeras, fregaderos, duchas o las tuberías que conectan con las lavadoras. El líquido puede emplearse luego para usos que habitualmente no requieren aguas potables, como las cisternas de los inodoros. No es la única ventaja que pregona la compañía. El calor de las aguas residuales se aprovecha también para ahorrar energía.
El proceso completo resulta algo más complejo y abarca diferentes fases de prefiltración, ecualización, tratamiento biológico, filtración con una membrana con diminutos poros de apenas 0,04 micrones (µm) de diámetro y desinfección con luz ultravioleta y cloro. El sistema de Epic Cleantec —aclara la cadena CNN— no está pensado para generar agua de consumo, aunque la legislación de algunos estados de EEUU sí permiten la reutilización potable de aguas residuales.
¿Y por qué cerveza? Con Devil´s Canyon Brewing quisieron ir un paso más allá. “Con tecnologías de tratamiento avanzadas el agua reciclada no solo resulta segura para beber, sino que a menudo es incluso más limpia que muchas fuentes de agua que consumimos a menudo”, explica la firma, con sede en California: “Los usos comunes incluyen las descargas de inodoros, riego, las torres de enfriamiento y lavandería. El agua se trata a un nivel extremadamente alto de pureza que cumple, o incluso supera, los estándares federales de calidad del agua”.
Que hayan optado por la cerveza no es casualidad. Beberse un base de agua de ducha reciclada, por más prístina y depurada que esté, puede generar rechazo. Si el líquido se presenta como algo distinto, pongamos una jarra de cerveza, desliza The New York Times, quizás ese “factor repugnancia” pueda superarse. Epic Cleantec no es la única que ha explorado ese camino. Hay ciudades que incluso han lanzado concursos para que las cervecerías prueben a producir bebidas con agua residuales recicladas y hace años Scottsdale Water, en Arizona, invitó a varias compañías a elaborar cerveza con agua de la planta de tratamiento avanzada de la ciudad.
¿Extravagancia o responsabilidad? La gran pregunta a estas alturas es por qué deberíamos usar agua de ducha para elaborar cerveza cuando podemos utilizar la que llega de los embalses o manantiales. La respuesta es sencilla: por una simple cuestión de responsabilidad medioambiental… y disponibilidad de recursos.
Al fin y al cabo la propia California sufría hasta hace no mucho una sequía histórica tras encadenar tres años especialmente parcos en lluvias —los peores desde 1896— que le han llevado a exigir a sus habitantes un control del consumo. Otro país que ha lidiado con la sequía, fenómeno que no resulta ni mucho menos ajeno a España, es Uruguay, que ha tenido que adoptar medidas de emergencia.
¿Y si los sumideros son una solución? Esa es la pregunta que deja botando Epic Cleantec, que recuerda que los edificios acaparan alrededor del 14% del agua potable y apenas la reutilizan. “Tenemos la misión de cambiar eso. ¡Y qué mejor manera de mostrar el potencial aún sin explotar de la reutilización del agua que elaborar cerveza con ella! Creamos Epic One Water Brew para resaltar que la reutilización del agua es realmente la próxima frontera del reciclaje”, señala.
No es la única que se lo ha planteado. En San Francisco las autoridades ya han adoptado medidas para fomentar el reaprovechamiento del agua: desde hace años todos los edificios nuevos que superen cierto tamaño EEUU, con más de 9.300 m2, deben disponer de un sistema que haga posible el reciclaje del agua in situ.
Imágenes: Epic Cleantec